Foto: Karlis Medrano
Tras dos semanas de descanso en la Copa de España, ayer se disputaba la Clásica Santa Cruz de Legazpi. Por su recorrido de constante sube y baja y 10 puertos de montaña puntuables, creo que es la prueba más dura de la competición.
A las 9’30 horas empezamos la carrera, con la mirada puesta en Descarga, siempre y cuando no se movieran antes los hombres de la general. Aun así, como me dijo Antonio Pineda, sin gastar un gramo de fuerza en vano antes del puerto decisivo, a 6 km de meta, ya que es un puerto exigente y con muchos kilómetros en las piernas. Si te quedas vacío allí, todo lo demás no sirve de nada.
Centrándonos en la carrera, nada más empezar ya se fueron las primeras unidades y hubo constantes ataques, hasta que en el kilómetro 24 se haría la fuga del día, con Javier López (Asfaltos Guerola) y Mikel Filgueira (Cafés Baqué).
Esto hizo que la carrera en el pelotón fuera bastante tranquila, con el ritmo de Cueva del Soplao, mientras la diferencia seguía aumentando, hasta alcanzar los 4 minutos y medio sobre el km 70. Llegado este punto, íbamos a poner dos hombres a tirar con intención de aumentar el ritmo, pero fue el Froiz quien empezó y decidimos esperar a ver cómo reducían la diferencia respecto a los fugados.
Dirección al puerto de Aztiria (2ª), Seguros Bilbao puso un ritmo fuerte que continuó Caja Rural durante la subida, donde Ezquerra perdía unos metros. Moreno pedía un ritmo más fuerte a sus compañeros, pero no fue suficiente y Ezquerra entró en el descenso o justo después y formábamos un grupo de unos 20 corredores. Más tarde se nos unía otro grupo con una veintena de integrantes. Durante estos kilómetros aproveché para beber mucha agua y comer para no quedarme vacío en la parte final y más dura de la prueba.
Caja Rural mantuvo el ritmo hasta el inicio de Descarga donde pronto nos adelantamos un pequeño grupo con Perdiguero, Alvarado, Gómez y Sánchez. A unos 2 km de coronar arranqué con Alvarado, llegando a la cima con 20 segundos. En la bajada nos entendimos muy bien en los relevos hasta pasado el último kilómetro, dónde nos empezamos a vigilar para el sprint. No sabía cómo sprintaba Alvarado y era una incógnita para mí cómo sería el desenlace, pero por suerte tuve más velocidad que él y me pude hacer con el triunfo, un triunfo muy deseado.
Ahora la general vuelve a estar al alcance. Iguanzo será el próximo escenario, donde creo que habrá mucha guerra para ver quién se hace con la general de Copa España.
Edu Prades
(Mopesa-Ayuntamiento de Tarragona)