«Para empezar hay que mencionar que la carrera empieza el día de antes, ya que mecánicos y auxiliares se ponen manos a la obra preparando bicis, avituallamiento… sin ellos, los ciclistas lo tendríamos todo mucho mas complicado.
La mañana del domingo tocó madrugar, a las 6:30 tocaba diana para desayunar… pero antes de eso lo primero que hicimos mi compañero Ramón y yo fue mirar por la ventana y ver como amanecía (la semana pasada fue un día muy duro tanto por el ritmo de carrera como por la lluvia, viento, frio y en ocasiones hasta granizo) por suerte parecía que esta vez no nos íbamos a mojar.
A las 9:45 comenzó la carrera, en la salida se notaba la tensión del momento, durante las vueltas en Alcantarilla se estaban haciendo fugas sobre todo para puntuar en las metas volantes aunque durante esas vueltas urbanas comenzaría a fraguarse una fuga importante.
En el pelotón había calma pero al salir del circuito el equipo del líder comenzó a tirar del pelotón y las cosas empezaron a ponerse tensas, ya en dirección a Barqueros se produjo un látigo importante. Cazada la fuga inicial, en el alto de Cinto varios corredores comenzaron a atacar y creo que la mayoría podíamos pensar lo mismo, la escapada del guerrita que termina en la Perdiz.
En el pelotón seguía la calma y salvo algún intento en solitario no se decidía nadie a tirar del carro ( ya que casi todos los equipos tenían corredores por delante), coronamos el alto de Pliego y la diferencia comenzó a ser importante, alrededor de 4 minutos un grupo delantero de unos 30-40 corredores se iban a jugar la carrera entre ellos.
Ya en las cuestas del Marqués los corredores del Guerola intentaron con un alto ritmo acortar diferencias, pero fue imposible. A partir de ese momento ya no puedo contar mucho de carrera puesto que pinché cerca de coronar, aunque fue un percance que aunque termina de desesperarte en un momento así, no deja de ser anecdótico porque la carrera hacía muchos kilómetros que estaba en el grupo delantero.
Para terminar, me gustaría mencionar el compañerismo dentro de mi equipo (Seguros Bilbao) y en general del ciclismo puesto que mis compañeros Omar y Jorge no dudaron en esperarme e incluso de dejarme su rueda, así como el coche del Cerámicas Onda con un amigo como José Cabedo que no dudo en asistirnos al llegar el primero donde estábamos.
Y como no, resaltar a mi compañero y mejor amigo Ramón Domene que hizo una carrera impresionante y nos dio la gran alegría con su 2 º puesto, aunque por las circunstancias y viendo la entereza con la que esprintó la verdad que nos supo a poco.»
Un saludo
Adrián López
Seguros Bilbao
TROFEO GUERRITA 